Lo expresado recientemente por el presidente Garcia es totalmente inaceptable.
Esta declaración: “En el Perú, el presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quiera, pero si puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado.” Alan Garcia 24, 03, 09 (1)
es una ofensa para todos los peruanos y su contenido debería ser analizado rigurosamente por toda la ciudadanía. No es un simple exabrupto pues está relacionada con hechos que históricamente nos afectaron como nación cuando él mismo evitó que en el año 1990 el FREDEMO llegara a la presidencia y apoyó para que se instalara Fujimori, y por los cuales, el presidente García, en el colmo de la soberbia, se jacta socavando las bases de su propio gobierno y dejando dudas sobre su verdadera postura democrática.
Mientras tanto, se ocupa de hacer demagogia por un lado, y por el otro, de tranquilizar a sus amigos ricos atribuyéndose un poder que no le corresponde.
“La esencia de la política se basa en la oposición entre amigos y enemigos/28. Así también Strauss admitía que los conflictos entre personas que defienden posiciones contrarias es una característica de la vida política…”(2) Esto quiere decir que no puede haber democracia sin oposición y sin respetar al Otro en su sentido más amplio.
La vanidad hace que García se engañe a sí mismo. No debería estar pensando en vetar a los candidatos de las próximas elecciones pues el Perú de hoy no es el de los noventa y en el 2011 aún no sabemos en qué condiciones acabará su mandato.
Lo que lo que el Perú necesita para el 2011 es un verdadero estadista, sereno. Equilibrado, racional y bien ubicado, consciente de que tiene el poder para servir al pueblo y no para servirse de él. Ético, discreto, responsable y muy respetuoso de la democracia y de la ciudadanía que lo ha elegido.
Ser carismático no es suficiente. Ubíquese señor presidente. Por su declaración el Perú merece una disculpa.
(1)Perú 21, 26/03/09 p.4
(2)http://www.unsa.edu.pe/escuelas/de/rev_derecho/REVISTA07/403-408HNieto01Cor.pdf
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