miércoles, 17 de marzo de 2010

“PARA TODAS LAS PRECIOSAS”


“Para todas la preciosas” es la dedicatoria que el director Lee Danielss deja como mensaje final en la película “Preciosa” (“Precious”) nominada para el Oscar 2009 y actualmente en cartelera.
Este film aclamado a nivel mundial trata sobre una joven de 16 años, que vive en un barrio pobre de Harlem, que es maltratada física y moralmente por su madre y que está embarazada por segunda vez de su propio padre. Los temas del incesto y del maltrato físico y moral son la base del argumento de la cinta y se exponen con un crudo realismo nunca antes visto.
Más allá de la controversia que pueda surgir dentro de la crítica cinematográfica, en mi opinión la cinta es digna de verse porque denuncia sin tapujos el abuso sexual o incesto que se produce en los hogares y que forma parte de una problemática mayor que es la violencia familiar.
En nuestro país el delito del incesto es todavía un tema tabú como para ser discutido en un foro público; primero, porque las víctimas muchas veces por recomendación de los especialistas prefieren permanecer ocultas o porque tienen miedo o vergüenza, y no denuncian. Segundo, porque no existen políticas públicas para el tratamiento de esta problemática a pesar de que las noticias de los diarios nos demuestran que la violencia y la crisis familiar se acrecientan día a día.
Por otro lado, lo interesante de la cinta no es sólo el hecho de que la protagonista llegue finalmente a superar sus problemas sino el hecho de que ella no lo hubiera podido lograr sin AYUDA.
Ayuda que le brindan principalmente instituciones como el Servicio Social, un tipo de escuela alternativa y una organización de ayuda para el ciudadano.
Estamos hablando pues de espacios adonde pueden llegar las víctimas de la violencia familiar y que en nuestro país aún no existen o no están claramente diseñados.
En el Perú, es incipiente el interés del Estado por la atención de la violencia familiar, a pesar de las acciones del Ministerio de la Mujer y del Ministerio de Salud, entes prioritariamente burocráticos que ni siquiera cuentan con estadísticas oficiales, ni hacen seguimiento a las víctimas. En todo caso, cuando intervienen el hecho no pasa de la denuncia policial y el encarcelamiento de los culpables pero no hay tratamiento de salud mental ni centros de apoyo para la recuperación de los afectados. Por otro lado, las víctimas desconocen los lugares adónde acudir en caso de violencia familiar porque jamás se realizan campañas, asambleas populares, o foros de discusión pública, sobre todo en las zonas rurales.
Es así que muchos niños y niñas, adolescentes y mujeres siguen siendo violadas, maltratadas y hasta asesinadas. Basta leer los periódicos para saber que los asesinatos dentro del ámbito familiar han aumentado pavorosamente mientras que el Estado se muestra insensible, sumamente ineficiente, carente de creatividad y voluntad política para prevenir y menos solucionar problemas como éste.

Imagen:www.lashorasperdidas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario